Las autonomías hacen la guerra fiscal por su cuenta
Cuatro comunidades del PP ya han anunciado reducciones de impuestos adelantándose al Gobierno, preocupado por el déficit
Ver artículo completo en el siguiente enlace
Cuando el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González,anunció el pasado lunes rebajas del IRPF y de los impuestos deTransmisiones y Actos Jurídicos Documentados, lo hizo con una batería de ejemplos que reflejan la dispersión autonómica de los tributos en España, hoy una maraña que complica el sistema fiscal.
En la actualidad, un matrimonio en el que uno de los dos cónyuges cobra 30.000 euros netos y el otro 20.000 euros con dos hijos de 5 y 3 años que viva en Madrid, pagará el año que viene 272 euros menos de IRPF que los contribuyentes con similares características de cualquier otra región de España, salvo La Rioja, donde esta misma pareja pagaría 144 euros más que en Madrid. Si ambos recibieran una herencia, no tendrían que pagar un euro de impuesto de Sucesiones algo que no ocurre en todas las regiones. Y si decidieran coger el coche para ir a Galicia el fin de semana, atravesarían tres autonomías con tres impuestos diferentes sobre el precio de la gasolina, el conocido como «céntimo sanitario» (llamado así porque el recargo va destinado a cubrir los gastos sanitarios de las autonomías) de los 1,7 céntimos el litro de Madrid, pasando por los 4,8 de Castilla y León para desembocar en el océano y en los 2,4 céntimos de Galicia, que el año que viene aumentará a 4,8 según ha anunciado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Casos que reflejan que Madrid continúa la senda de liberalización e impuestos bajos que ha marcado la política de esta comunidad desde que Esperanza Aguirre llegara al poder en 2003 y anunciase una batería de rebajas fiscales. Ahora, la autonomía que preside Ignacio González rebajará el año próximo en 1,6 puntos el tramo autonómico de IRPF repartido en toda la tarifa, un punto el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) hasta situar el tipo general en el escalón más bajo de España con un 6%, Actos Jurídicos Documentados (AJD) 0,75 puntos y eximirá del «céntimo sanitario» a los transportistas.
Pero el momento elegido genera suspicacias. Las bajadas de impuestos anunciadas entrarán en vigor en 2014, un año antes delas elecciones que se celebrarán en doce comunidades(Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Baleares, Canarias, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana, Navarra, Cantabria y La Rioja). Cuando Ignacio González anunció la bajada de impuestos estaba inaugurando la campaña electoral para los comicios de 2015», opina el profesor del IESE Business School, José Ramón Pin Arboledas. En lo que va de año Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia y Cantabria han anunciado rebajas tributarias, aunque de menor calado que las previstas por Madrid.
«Será que les sobra el dinero», fue la frase con la que despachó la situación el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Sin embargo, en la última parte de 2015 también hay comicios nacionales. Y mientras estas autonomías prometen bajadas del Impuesto sobre la Renta, el Gobierno ha pospuesto la subida temporal del IRPF que aprobó a comienzos de 2012 para aplicarla en 2014 también, con el objetivo de cumplir el objetivo de déficit con Bruselas,flexibilizado al 6,5% del PIB este año.
Este es el motivo del malestar que existe detrás del discurso oficial frente a los movimientos de las autonomías. Parte de este descontento del Ejecutivo se explica por las posturas autonómicas. Comunidades como Valencia o Cantabria, que han anunciado algunas bajadas de impuestos, se acogieron este año al Fondo de Liquidez Autonómica,con 2.300 millones y 122 millones, respectivamente. La propiaComunidad de Madrid pidió un préstamo de 250 millones al Banco Santander para pagar a proveedores y, según fuentes de la Comunidad, pretende salirse del plan de pago abierto por el Estado para este fin. El control financiero ejercido sobre la autonomía al estar en este programa era la razón de ello, si bien Madrid finalmente también figura en el segundo tramo del plan de pago a proveedores ya que al adscribirse a la primera parte del programa prorroga «automáticamente» su adscripción al siguiente.
Las rebajas autonómicas llegan en un momento en el que el sistema fiscal en su conjunto está en cuestión debido a su insuficiencia para recaudar: en 2008 los ingresos del Estado cayeron un 13,6% pese a que ese año la economía española creció un 0,9%. La imposibilidad de controlar el gasto público de la Administración Central y las comunidades durante los años de crisis ha terminado de confirmar la necesidad de reformar el modelo, con el diseño de un nuevo sistema de impuestos y revisando el modelo de financiación territorial.
Comité de expertos
Dos asignaturas pendientes que el Gobierno quiere solventar el próximo año: en febrero de 2014 un comité de expertos presentará sus propuestas para la primera reforma y meses después el Ejecutivo abordará la que afecta a las autonomías. La reforma fiscal precede a la territorial por lo que ambas están conectadas. Ante la posibilidad de que Madrid marque el camino de la futura reforma fiscal del Gobierno, desde el Ejecutivo lo niegan. «Las rebajas fiscales anunciadas en algunas autonomías no tienen en cuenta ninguno de los cambios que vendrán», rechazan desde Hacienda.
Algunas de las líneas estratégicas que se estudian dentro de los cambios fiscales que se abordarán son la bajada del tipo nominal del Impuesto de Sociedades y eliminar deducciones en este gravamen, además de una evaluación del IRPF y de otros impuestos como el IVA. Lo cierto es que entre las posibilidades que apuntan los expertos consultados figura la de dar más competencias recaudatorias a unas autonomías que tienen transferidas la mayor parte del gasto público pero no así los ingresos ya que dependen de los impuestos compartidos con el Estado (IRPF, IVA e Impuestos Especiales), de los cedidos (Sucesiones y Donaciones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos y Documentados y otras figuras), así como de las transferencias del Estado.
El mejor sistema fiscal
Pero... ¿cuál es el sistema fiscal óptimo? «¿Ceder totalmente la recaudación y gestión de impuestos a las autonomías? Esto tiene ventajas e inconvenientes, porque los ciudadanos pueden distinguir qué región tiene impuestos más altos y más bajos y responsabilizar a cada dirigente. Pero también puede complicar la gestión, y lastrar la actividad al afectar al mercado único. Lo ideal sería un sistema con impuestos muy descentralizados y a la vez que su estructura global tampoco cambiase en exceso. Que pudiéramos comparar los tipos de una autonomía y otra, algo que ahora no podemos hacer por la cantidad de exenciones aplicadas», considera el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, Valentí Pich.
En 2013 existían hasta 186 desgravaciones autonómicas según elRegistro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Sin embargo en el IRPF, por ejemplo, el número de deducciones aplicadas por las comunidades apenas supuso un 3% de lo que las administraciones dejaron de ingresar por bonificaciones fiscales en 2011 sobre este gravamen.
Pin Arboledas propone acordar un escenario dentro del cual las autonomías tengan libertad para modificar sus figuras sin que haya grandes diferencias entre ellas. «En la actualidad no creo que haya una excesiva dispersión fiscal entre autonomías, pero en el futuro hay que prestar atención a que se produzca. Debe haber una armonización fiscal pero aumentando o manteniendo al menos la libertad tributaria de las comunidades», incide.
Destaca Pich que el problema de los impuestos diferenciados es el efecto desviación que genera y la competición entre autonomías. «Hay que reconocer que Madrid ha jugado bien sus cartas. Que alguna comunidad tenga Transmisiones Patrimoniales al 10% cuando no se vende un piso... lo que interesa es que vuelva a haber movimiento en el inmobiliario. Me parece acertado rebajar esta figura, igual que las otras. Sin embargo, bonificaciones como las aplicadas a Patrimonio o Sucesiones son más discutibles», asegura.
El atractivo fiscal que tiene Madrid frente a otras regiones, por ejemplo, como Cataluña, también afecta a la fiscalidad de los que más ganan, entre ellos los directivos. La rebaja fiscal anunciada por el presidente de la Comunidad de Madrid situará el tipo marginal máximo -que se aplica sobre rentas superiores a 300.000 euros- al 51,5%, mientras que la región catalana mantiene un gravamen máximo del 56%, un porcentaje que en el mundo solo supera Suecia y Aruba.
Así, un madrileño soltero que tenga unos ingresos brutos anuales de unos 100.000 euros pagaba hasta ahora 38.827 euros en el Impuestos sobre la Renta, 471 menos que en Cataluña. Pues bien, con la nueva rebaja anunciada para el año próximo, la diferencia entre ambas regiones se agranda hasta los 900 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario