¿Qué entendemos por excedentes de tesorería?
La tesorería es uno de los elementos esenciales para satisfacer la misión y los objetivos de cualquier empresa. Por un lado, es necesario que todas las empresas dispongan de un determinado volumen de liquidez para la correcta gestión de las acciones relacionadas con sus flujos monetarios, como la gestión de cobros y pagos o la gestión de caja.
La gestión de la tesorería es, por tanto, una de las funciones más importantes de cualquier empresa. Un volumen insuficiente de fondos puede llevar a cualquier empresa a la insolvencia técnica por no poder satisfacer sus deudas a más corto plazo. Sin embargo, en toda empresa se producen puntas o excedentes de liquidez que es necesario asimismo gestionar de manera adecuada.
En este sentido, tendríamos que tener bien claro qué entendemos por excedentes de tesorería. La tesorería de cualquier empresa es tan sólo una herramienta de trabajo; un instrumento necesario para cumplir la misión y objetivos de la empresa, pero, y esto debe quedar siempre muy claro, no es un fin en sí misma. Es decir, los recursos económicos de nuestra empresa (nuestros activos) deben ser utilizados para generar valor dentro de la misma, y no tanto como el fin perseguido.
Sin embargo, y puesto que buena parte de la financiación empresarial se realiza con recursos ajenos, y más específicamente con financiación a corto plazo, es necesario mantener un volumen de saldos de tesorería que se adecúe al volumen de deudas a corto plazo, contando con un pequeño excedente por si vinieran mal dadas.
Es decir, nuestro fondo de maniobra debe ser siempre y en todo momento positivo puesto que, en caso contrario, nos podemos encontrar ante una situación de riesgo de insolvencia empresarialpor no tener capacidad de satisfacer nuestras obligaciones a corto plazo. Todo lo que exceda esta cuantía se podrá considerar como un excedente de tesorería.
Los excedentes de tesorería son, por tanto, puntas transitorias de liquidez que puede tener toda empresa en un momento determinado. La problemática que se presenta es saber identificarlas y gestionarlas de manera adecuada. Tengamos en cuenta que se trata de recursos económicos financiados con fondos propios o fondos ajenos a largo plazo, cuyo coste, sin duda, será superior a la rentabilidad Financiero-Fiscal obtenida vía colocación de estos excedentes y, por tanto, inasumible en la mayor parte de los casos desde el punto de vista de los socios y/o accionistas de la sociedad.
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